14 jun 2016

La era de los combustibles fósiles en generación eléctrica llegará a su fin en menos de una década

La manera de obtener energía eléctrica está a punto de cambiar drásticamente. Según el informe de Bloomberg New Energy Finance, New Energy Outlook 2016, en menos de una década, la era de los combustibles fósiles va a llegar a su fin, y no solo se refiere al petróleo sino también al gas y al carbón. De hecho, no se va a producir una revolución en el consumo de gas porque las energías renovables van a adelantarse y colocarse como las primeras tecnologías en abastecer de electricidad y energía al mundo de aquí a los próximos 25 años.


Y la razón no está en la falta de carbón, petróleo o gas, sino porque la alternativa renovable será mucho más barata y asequible gracias a la continua rebaja de sus costes, al desarrollo del almacenamiento de la energía y al progreso del uso del coche eléctrico, que llegará más rápido de lo esperado.

El pico de consumo de combustibles fósiles ya ha llegado a su cima y las cifras así lo demuestran. “No se puede luchar contra el futuro”, ha dicho Seb Henbest, el autor principal del informe, “la economía mundial va abocada a señalar el año pico para el carbón, el gas y el petróleo en el 2025”.

1.- No habrá ninguna edad de oro del gas y los precios del gas y el carbón seguirán siendo bajos.

2.- Las inversiones en energías renovables supondrán el 85% de las inversiones totales.

3.- La revolución del coche eléctrico permitirá aumentar la demanda energética del futuro.

4.- Las baterías y el almacenamiento de energía permitirán el desarrollo de las redes inteligentes.

5.- Los costes de la energía fotovoltaica y eólica seguirán bajando.

6.- Se optimizará al máximo la producción en los parques eólicos y en las plantas fotovoltaicas.

7.- La preocupación por las emisiones de CO2 seguirá creciendo, no solo en los países desarrollados sino en las grandes potencias y en los mercados emergentes.

8.- Las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera se irán controlando en los próximos años, aunque no se prevé una reducción importante.